Puente flotante en Haina hecho por norteamericanos (1965)

En los tiempos de la revuelta de abril del año 1965 en República Dominicana el puente que se usaba para ir a la región Sur fue destruido por los aviones de la Fuerza Aérea Dominicana y cuando llegaron los norteamericanos construyeron uno temporal que era de yolas (Flotante) y metal, como pueden ver en la foto.

Siendo un niño recuerdo que cruce ese puente varias veces con mi madre en viajes que hicimos de Barahona a Santo Domingo.  Recuerdo que el puente era estrecho y solo permitían que cruzara un vehículo a la vez.  Aquello era una maravilla de ingeniería para la época y la gente quedaba maravillada al verlo.

Una vez cruzamos este puente camino a Barahona, mi madre había comprado unas chinas justo antes de abandonar lo que se conoce hoy como el kilómetro doce, me pasa una naranja, estaban pelada por una de esas maquinas que usaban los chineros para pelárla y partida a la mitad.

Nunca se me olvidará que me comí la mitad de la china lentamente, ya que iba mirando los alrededores, casi entrando a San Cristóbal me empecé a comer la otra mitad, me quedé con el bagazo en la mano y justo frente a la fortaleza del ejercito, que estaba a la salida de ese pueblo, tiré la cascara en la misma puerta y le calló en los pies al guardia  que cuidada el lugar.

El soldado sobó el fusil, apuntó hacia el vehículo y dio orden detenerse, nos bajaron a todos y el soldado preguntó:  -"¿Quién diablos tiró esa cascara?"-.  Todos hicieron silencio asustados, hacía pocos años que había terminado la dictadura trujillista y la gente todavía tenía mucho miedo a los militares.  Yo levanté la mano y dije:  -"Fui yo".

El guardía echó el fusil hacia atrás, como que me iba a golpear, y dijo:  -"Muchacho del Diablo, es que tu eres loco, ¿cómo tú tiras esa basura en frente de un cuartel?, recoge esa vaina de ahí"-.  Me doblé asustado,   recogí la cascara y la tiré para un solar que había frente al cuartel, ahí el guardia se volvió a enojar y dijo:  -"Mire carajo, hijo de la gran puta,  cójala y llévesela".

Recogí la cascara bien asustado y me la llevé hasta mi casa, en el carro todos me llamaron la atención, cuando solté el bagazo, ya en mi hogar en Barahona, parecía la cacha de un revolver 38, tenía mi mano marcada.  Luego de eso jamás he tirado basura en la calle ni en ningún lado.  Hoy en día se ha perdido el respeto y hasta militares he visto tirar basura en frente de cuarteles de policía y guardia sin que nadie les diga nada.
¡¡¡LA VERDAD SIN INSULTOS!!!
(HRCV) Sharing is sexy