Entre canciones y versos

By El Barahonero jueves, 18 de febrero de 2016 0 comments
Por Luis Eduardo Díaz Franjul-.

Desde que publiqué la "Teoría de la Desigualdad" (PIB 2.0 - Pacto por la Productividad) en abril de 2014 no he sabido de fórmula alguna que cambie el modelo económico que sustenta al Estado Político y/o Supra Estado Colonial que tenemos desde 1962 a la fecha. De allá para acá he escuchado todo tipo de planteamientos ausentes de fórmulas  que visualicen un proyecto de nación o Estado nación si se quiere, exceptuando la que simplemente soñé.

No es mi estilo proponer cosas que no se tomen en cuenta para no hacer el ridículo frente al Estado Político y/o Supra Estado Colonial. Por eso enfrento este tipo de Estado con los sectores productivos para que "saquen chispa" como protagonistas del destino de la nación, lo que hasta ahora parece ser prerrogativa de la redención o del mesianismo que caracteriza nuestra política desde 1962 a la fecha. Por eso lo del Estado Político y/o Supra Estado Colonial.

Parece que los sectores productivos no se han dado cuenta que la única riqueza que genera el Estado Político y/o Supra Estado Colonial proviene de las "Empresas Públicas de Bienes y Servicios Financieras y No Financieras". Se tiene la "percepción" de que los sectores productivos no le dan la debida importancia a la riqueza del país creada por ellos mismos, en adición a los impuestos directos e indirectos generados junto con la ciudadanía para darle forma al Presupuesto General del Estado (PGE).

La impotencia de crear riqueza por su propio esfuerzo convierte al Estado Político y/o Supra Estado Colonial en dueño absoluto de una Cosa Pública que abre las puertas a la corrupción, a falta de la publicación mensual de ingresos y egresos del PGE en los medios escritos. Cosas como esas tipifican el subdesarrollo donde son notorios los horizontes de grandeza entre los sectores público y privado en medio de un crecimiento económico desconectado del bienestar nacional.

Dentro de su trinchera el sector público promueve un bienestar general sin menudo que devolver donde casi todo el crédito es de los sectores productivos, independientemente de la emisión de bonos y el financiamiento internacional, sin dejar de lado los invisibles beneficios de algunas empresas públicas y fondos del PGE. Ese maná ha obnubilado al Estado para generar riqueza partiendo de sus propias entrañas (Ref./Google: "Estado productivo o populista").

Para entender mejor la naturaleza y composición del PGE resulta de interés el reportaje de Diario Libre de fecha 16/2/2016 titulado "El consumo aporta el 57% de impuestos, y la riqueza 43%. Notamos que el 57% de ingresos fiscales aportados en 2015 corresponden a impuestos indirectos aplicados al consumo, y el 43% a impuestos directos aplicados a la renta y al patrimonio, o sea a la riqueza. Se trata de un 100% de impuestos directos e indirectos recaudados por organismos del Estado como la DGII (73%), la DGA (22%) y la Tesorería Nacional (5%).

Entenderíamos que los RD$663,558 millones que alcanzó el PGE de 2016 provienen de los impuestos directos e indirectos. Habría que ver qué otra cosa recoge la escoba estatal en los sectores productivos, en empresas públicas, bonos soberanos, empréstitos y donaciones internacionales o locales. Aquí se demuestra que lo único que produce el Estado son los bienes y servicios de las Empresas Públicas Financieras y No Financieras. Esto no incluye organismos recaudadores del Estado.

También habría que incluir los beneficios de obras de infraestructura de carácter "reembolsable" para diferenciar las obras productivas de las no productivas, sea con recursos del PGE, de empréstitos y donaciones internacionales,  bonos soberanos o cualquier horizonte que alcance el largo brazo del Estado, que a la hora del "no-ni" (no pago ni debo) recurre al PGE para saldar compromisos contraídos a nombre del país, donde las futuras generaciones cargan con el "no-ni" de las parcelas políticas cuando dejan el poder.

En el artículo "Estado productivo o populista" busco que las cosas marchen mejor en nuestro país. No es un pecado mortal publicar en los medios los ingresos y egresos del PGE para contribuir con la transparencia de la gobernabilidad en la República Dominicana. De no hacerlo estamos frente a una patología humana con diagnóstico de fobia política contraria a la transparencia y fortalecimiento de nuestra democracia.

Hay que luchar por la transparencia pública si queremos mandatos conscientes del significado del "Estado productivo", donde la palabra "cambio" signifique construir una República Dominicana en tierra firme donde se vea a los dominicanos como pueblo y no como arenas del desierto.../donde el sol, solo acompaña/sus delirios soberanos del mal/...como decía Lope Balaguer en " Arenas del desierto". /Pero el cielo ha comprendido/que por tí, yo estoy sufriendo/y todo será más bello/cuando llegue tu querer/.

Si lo digo en versos, para no esperar tanto, le enviaría a mi pretendida un ramo de rosas con la siguiente dedicatoria: "Como caballero he de respetarla íntegramente/pero como hombre/he de luchar con la mejor de las armas/con la convicción de que al final su amor será para mí/”. Una cosa es la miel del corazón y la otra la del poder. En las mieles del poder el pensamiento vuela en alfombra mágica. En las del corazón el pensamiento mágico logra su objetivo. Hace falta un gran corazón que haga latir nuestra soberanía y fortalezca nuestra independencia política, económica y financiera. Sharing is sexy

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