Factoría de Café Américo Melo, en Barahona, República Dominicana
Cuando don Américo Melo vivía este era un negocio muy prospero, él compraba café a los productores, lo procesaba y luego lo vendía en la capital o el extranjero. Para esa época había café en abundancia en nuestras lomas. Ahora se está importando café, el cual no huele ni sabe a café.
Recuerdo que el señor Melo tenía decenas de empleadas, las cuales les llamaban trilladoras, quienes limpiaban el café y lo clasificaban. Muchas madres criaron a sus hijos y los mandaron a la universidad gracias a don Améríco Melo. Eran otros los tiempos y era otra Barahona.
¡¡¡LA VERDAD SIN INSULTOS!!!
(HRCV)
Sharing is sexy
0 comentarios for this post