Tremendo susto un 30 de mayo del año 1973

By El Barahonero martes, 9 de diciembre de 2014 1 comment
Esa tarde se nos ocurrió hacer un cocinao a la orilla del mar, en la playa Punta Inglesa de la ciudad de Barahona.  Eramos cuatro muchachos.  Reunimos los ingredientes, conseguimos un par de libras de arroz, aceite, salsa, sopitas, recaos y un pollo criollo que "tomé prestado" en la casa de mi tía Efigenia.  Todo eso nos daría un tremendo locrio.

Vinicio, Mon, Milescune y yo llegamos a la playa, eran como las seis de la tarde.  Juntamos candela y pusimos el cardero al fuego, en eso empezó a llover y, como muchachos al fin, se nos ocurrió la idea de mover el fogón para la marquesina de la parte de atrás del Hotel Guarocuya , donde había una reunión de los jefes del pueblo:  Gobernador, jefe de Policía Nacional, comandante de la Marina y el jefe de puesto del Ejercito Nacional.

Ese día, como todos sabrán, se cumplía un año más del ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo.  La Reunión nunca supimos si fue casualidad con la fecha o lamentaban en conjunto la muerte del Jefe.

Movimos el fogón para la marquesina, desde donde se veía caer una ligera lluvia.  Echamos el pollo a sofreír, cuando se ablandó echamos el arroz, la cosa iba de película, el olor era increíble y ya nos frotábamos las manos del gusto.  De momento algo explotó, aquello fue como un cañonazo, todos corrimos como locos, Mon y yo corrimos por la primera entrada al hotel, a Vinicio lo vimos correr por la orilla de la playa, en dirección al río Birán, y no vi para donde corrió Milescune.

Como a la media hora nos juntamos en el barrio, yo boté un teni, Vinicio los botó los dos y tenía una cortada en un pie de varias pulgadas, Milescune llegó sin camisa, con la cara y el pecho embarrados de salsa, con pedazos de pollo y arroz por todos lados, Mon tenía los ojos tan abiertos que parecía un pez candil.

Hablábamos todos a la vez y no nos podíamos explicar lo que sucedió.  Cuando nos calmamos un poco sugerí que volviéramos al hotel para ver qué pasó, recoger el caldero y lo demás, pero los muchachos se negaron, Milescune me dijo:  -"Mi hermano, tu eres loco, eso tiene que estar rodeado de policías buscándonos por todos lados, es más, se rompió la taza, y cada cual se fue para su casa.

Al otro día nos reunimos todos en la esquina de siempre, menos Vinicio,  fuimos a la casa de éste para averiguar cómo estaba, cuando lo vimos tenía el pie en una silla y le habían dado como catorce puntos de sutura.  Mon, Milescune y yo nos dirigimos al hotel para indagar qué había causado la explosión.  Llegamos al lugar y en el piso donde estaba el fogón habían un hoyo como de unas diez pulgadas de hondo por unas veinte de ancho.

El caldero no apareció por parte, ni los ingredientes del locrio.  En  eso llega don Anselmo Peterson (Femo) y se para en su carro en el malecón frente a donde estábamos nosotros y se pone a leer un libro, me dirijo donde él y le cuento lo que había pasado el día antes, él se asombra y me dice:  -"Vamos a ver qué fue lo que pasó"-.  Se para y camina conmigo hacia la marquesina del hotel.

Don Femo mira el hoyo, nos mira a nosotros uno por uno, luego mira hacia arriba y señalando el techo dice:  -"Ustedes tuvieron suerte, miren donde dieron los pedazos de carne y hasta arroz hay pegado del techo, esa explosión no los mató de milagro"-.  En eso se asoma un mozo del restaurante del hotel por una puerta que da a la marquesina y don Femo le pregunta si se oyó una explosión en el hotel el día antes y el el hombre dijo que no.

Don Anselmo nos volvió a mirar y dijo:  -"Yo no sé qué fue lo que explotó, pero fue algo grande, quizás habían enterrado algunos explosivos ahí esperando que Trujillo visitara Barahona para hacerlos explotar y matarlo, la verdad que esto es muy extraño y lo más raro es que ninguno de ustedes resultó herido, la verdad, mis hijos. no sé qué decirles, les sugiero le den gracias a Dios por protegerlos"-.  Ahí quedó todo, don Femo volvió a sentarse en el malecón y nosotros, como muchachos al fin, nos fuimos a dar un baño en el mangle donde había un letrero que era una botella de ron Bermúdez..
¡¡¡LA VERDAD SIN INSULTOS!!!
(HRCV)

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1 comentarios for this post


  1. OVIDIO SALDANA(Julitin)
    9:06 p. m., diciembre 09, 2014

    RAFELIN:LA VERDAD QUE TU HA PASADO MUCHOS SUSTOS.POR ESO ES QUE TE RECOMENDAMOS ESCRIBIR EL LIBRO,PUEDES ESCOGER EL TITULO QUE MAS TE GUSTE:CUENTOS DE MI BARRIO,HISTORIAS DE MI JUVENTUD E HISTORIAS DE LA PERLA DEL SUR.Gracias por estos comentarios que nos traen gratos recuerdos.

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