La cirugía de El Barahonero y un buen sistema médico en EE.UU.

By El Barahonero lunes, 5 de enero de 2015 17 comments
Desde el año 2001, en el mes de octubre para ser más exacto, sufrí un accidente manejando un camión que me ha mantenido fuera de trabajo hasta la fecha.  Desde hace unos años para acá el dolor en mi espalda y cuello se ha ido incrementando, la cosa iba de mal a peor.  El año pasado (2014) en una visita a mi doctora del manejo de dolor, ésta me recomendó hacer una cita con el cirujano que trabaja en la misma oficina que ella.  Me lo recomendó grandemente, me dijo que ese doctor es uno de los mejores en Estados Unidos, que en cirugías de la espalda es el número dos en la nación, cosa que luego comprobé en la Internet

Con esa recomendación y viendo que ya los medicamentos e inyecciones epídurales no estaban haciendo su trabajo para disminuir mi dolor, hice la cita.  A la semana siguiente fui a ver al doctor Jeffrey Goldstein, quien me causó una buena impresión a primera vista.  Éste me examinó, me ordenó una resonancia magnética y rayos x, y me dio otra cita para dentro de un par de semanas.  Volví a la cita acordada, el doctor me recibió más serio que la vez anterior, lo que me causó un poco de temor, ya que presumí la cosa era más grave de lo que creía.

El doctor abrió su computadora y me mostró las fotos de la resonancia, explicándome que la razón primordial de mi dolor de espaldas y piernas no era por las hernias en los discos que tenía, eran tres, sino por la degeneración de un disco entre las vertebras L4-L5.  Luego me mostró las dispositivas de los rayos x, donde se podía ver mejor el desgaste del disco, lo que hacía que las vertebras pincharan mis nervios ciáticos causándome un gran dolor en la espalda y en ambas piernas.  Luego de presentarme todo aquello el doctor me recomendó como única solución para aliviar mi dolor la cirugía, una fusión.

Me explicó que llegaría un momento que no podría aguantar el dolor y que corría el riesgo de quedar paralitico de la cintura hacia abajo, porque a la falta del disco las vertebras quedarían una encima de la otra sin nada entre si, ya que el disco seguiría degenerándose hasta casi desaparecer.  También me dijo que por lo antes dicho es que las pastillas e inyecciones en mi espalda ya casi no surtían el efecto de alivio anterior.  Ante aquella explicación no me quedó mucho de donde escoger.  El doctor me dejó solo por un momento y consulté con el Todopoderoso, en eso entra el doctor y le dije que fijara la fecha para la cirugía, que ya me había decidido.

En lo que se solicitaba la aprobación para la cirugía a mi seguro  me fui para Barahona.  En unos veinte días me mandaron una carta donde el seguro aprobaba la operación, luego recibí una llamada de la oficina del doctor diciéndome de la aprobación  y para fijar la fecha para el procedimiento.  Fijamos el 18 de diciembre para operarme.  Regresé a New York el cinco de noviembre y enseguida hice una cita para ponerme de acuerdo con el doctor y sus secretarias.  Me hicieron cita para los exámenes preoperatorios, estos se realizarían en el NYU Hospital for Joint Deseaces, en Manhattan, allí también sería la operación, cosa que me causó un problema, ya que no tenía forma como llegar a ese hospital desde donde vivo, que es como a una hora y media de distancia.

Llamé a la secretaria de mi abogado para explicarle que tenía una cita en Manhattan para los exámenes preoperatorios y que no tenía forma de acudir a la misma por no tener transporte propio o a alguien que me llevara, ella me dijo que haría algunas llamadas y que se comunicaría luego conmigo para darme los resultados.  En menos de una hora me llamó para darme el número de teléfono de una compañía que me transportaría a todas las citas de Compensación Obrera y mi seguro le pagaría, que ya eso estaba aprobado por mi seguro.  Llamé la compañía, le dí mi dirección y la dirección de la cita.  Unos días después la compañía me llamó para confirmar la fecha y hora.  El día de la cita me recogió un chófer, me llevó al hospital, me esperó y luego me llevó a otro cirujano que también participaría en la cirugía, me esperó y luego me llevó a mi casa, esto sin yo pagar un centavo.

Llegó el 18 de diciembre y el mismo chófer me recogió en mi casa temprano en la mañana y me llevó al hospital.  Allí ya me estaban esperando, me tomaron los datos, me pusieron un cintillo en la muñeca derecha y una enfermera me llevó al sótano del edificio, allí me metieron en un cubículo, me dieron una bata, unas medias largas, como las que usan las mujeres, un pantaloncillo de papel y me dijeron que me quitara la ropa y me pusiera lo que me habían dado, que metiera mis zapatos en una bolsa plástica y la ropa en un bulto que me dieron.  Así lo hice.  Pasó un rato y empezaron a llegar enfermeras para chequearme los signos vitales, me hacían preguntas de todo tipo, llegó una anestesióloga y me puso una aguja en una de mis venas, me echó un liquido que me hizo sentir más relajado.

Resultó que tenía la presión arterial un poco alta, me dieron unas pastillas y al rato me volvieron a chequear y la presión bajó a normal.  Ya casi todo estaba listo.  Llegó el doctor Goldstein y me habló sobre el procedimiento por unos minutos, me pasó unos papeles para que firmara, era la aprobación para la cirugía, los leí y firmé, el doctor me dio la mano y me dijo que no me preocupara, que estaba en buenas manos y que él me ayudaría.  Ahí estuve un rato más, luego vino un joven que me explicó que casi todo estaba listo, que estaban limpiando la sala de operación, que eso tardaba unos 45 minutos y luego de eso era mi turno.  A los 45 minutos exacto apareció el joven y me preguntó si estaba listo, asentí y me condujo por un largo pasillo, pasamos por varias puertas, entramos a la sala de operación, me acostaron en una delgada y larga camilla.

Ya acostado me hicieron varias preguntas, me pusieron una mascara en boca y nariz, me dijo la anestesióloga que respire profundo, que ese era el aire más limpio y sabroso de New York, respiré hondo un par de veces y cuando desperté ya estaba en un cuarto de cuidados intensivos mirándome las manos y mirando para todos lados, en eso trato de pararme y no pude, ya estaba operado, entró una enfermera y con una cara muy agradable me dijo:  -"Le felicito señor Cuello, la operación salió bien, cómo se siente"-.  Le dije que bien y me trasladó a una habitación, allí me pasaron a otra cama y me dieron un control remoto para la televisión, que a su vez tenía un botón para llamar a la enfermera y otro con un botón que cada vez que lo apretaba soltaba medicina en mis venas para el dolor, ese tenía que apretarlo cada seis minutos.

Esa tarde y noche no comí, mientras me iba pasando la anestesia sentía más dolor en la barriga y la espalda, empecé a apretar el botón cada seis minutos y el dolor desaparecía, en eso tuve toda la noche, cuando me dormía por unos minutos aparecía la enfermera para decirme que no me descuidara al apretar el botón o sufriría mucho dolor.  Amaneció y llegó el doctor Goldstein, me dijo que todo había salido bien y que saldría de la ciudad por unos días y que su ayudante me atendería en caso de que lo necesitara.  Se despidió efusivamente y se marchó, luego entró su ayudante, se presentó y volvió a salir.

Todo marchaba bien, el segundo día desayuné, pero ocurrió algo que me hizo sentir mal:  Me dieron una pastilla que contenía cafeína, yo no tomo café ni nada que contenga ese producto, lo que hizo que mi presión arterial se disparara y mis latidos del corazón subieron demasiado, eso lo hacen en los hospitales para que los pacientes se paren, caminen y así les pueden dar de alta.  Al ver mi reacción dos jóvenes que me atendían, eran terapístas físicas, se asustaron y me dejaron acostado, luego entró la enfermera y me dio unos medicamentos que me calmaron.  Al rato llamé la enfermera y le pedí que me acompañara al baño, que quería cepillarme los dientes y asearme.  Me paré, fui al baño y luego caminé por el pasillo.  Al otro día hice lo mismo y el doctor ordenó mi alta.

Llamé la compañía de transporte, me recogieron en el hospital y me llevaron a la casa, aquí estoy desde entonces.  Hasta hoy estoy sintomático, con los medicamentos las heridas no me duelen tanto y hoy, cinco de enero, inicio la terapia física.  Hasta ahora todo va bien, no presenté infección alguna, cicatricé muy bien.  Ahora es cuestión de tiempo para ver como evoluciona todo.  Tengo mucha fe de que esta cirugía es para bien, en el nombre de Dios. 

Les cuento esta historia para que ustedes vean como funciona parte del sistema médico de este país y que en la vida uno tiene que decidirse y poner todo en manos del Todopoderoso.  Adradezco a todo los familiares y amigos que se han preocupado por mi salud, a mis amigos que se enteraron y se comunicaron conmigo, gracias, y a los que no lo sabían les pido disculpas, pero es que no me gusta usar estas cosas para promoverme o para que la gente en las redes sociales me cojan pena. 

Gracias a todos por sus buenos deseos, gracias a don Miguel López y su esposa Aida, mis vecinos en New York, quienes han sido mes ángeles guardianes en este proceso de recuperación, a mi nuera, Danitza González, por visitarme en el hospital y estar pendiente de mí.  Al pasar por este trance me di cuenta que Dios no abandona a sus hijos de buen corazón y que los Estados Unidos de América es el mejor país del mundo.  Pasé por todo este proceso sin gastar un centavo para nada.  ¡God Bless America!
¡¡¡LA VERDAD SIN INSULTOS!!!
(HRCV) Sharing is sexy

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17 comentarios for this post

  1. Caramba Hector no sabia que tan serio era el caso pero gracias a Dios ya es un capitulo cerrado, solo espero que sigas recuperandote hasta lograr tu completa recuperacion. Un abrazo y espero los dias pasen rapido para que puedas volver junto a tu familia en tu querida Barahona, Salud y Bendiciones!

  2. Juanml, fue una operación mayor, pero no quise darlo a conocer antes para no hacer un circo de eso, lo digo ahora porque ya todo está pasando y está bajo control.
    Mil gracias por tus palabras y tus buenos deseos, que sé son sinceros.
    Un gran abrazo y que Dios te bendiga.

  3. Enhorabuena primo. Espero tu pronta recuperación.

  4. Gracias primo, Federico. Un abrazo y que Dios le bendiga.

  5. Gracias por narrarnos tu caso, eso nos da mas aliento para aunmentar nuestra fe hacia nuestro Dios, asi como tu la tienes.


  6. fernando suerosuero
    9:27 p. m., enero 05, 2015

    HECTOR,SABIA QUE TENIA PROBLEMA DE SALUD,PERO NO DE ESA EMBERGADURA,LE DAMOS GRACIAS A DIOS,PORQUE TODO SALIO BIEN Y ESPERAMOS TU PRONTA RECUPERACION PARA VERTE DE NUEVO EN NUESTRA BARAHONA,QUERIDA.QUE DIOS TODOPODEROSO TE ACOMPAÑE SIEMPRE.

  7. Hector no sabia que estabas para operación, me alegra que salieras bien de todo, es motivo de alegría para mi saber que estas en franca recuperación que el Dios todo poderoso te siga cuidando amigo, personas como tu hacen falta para el desarrollo de nuestra provincia, suerte y Dios hará lo demás,hasta pronto...Alejandro Santana, Barahona Hoy

  8. Buenos días barahonero. Esperamos que la recuperación siga viento en popa para la felicidad de los que te admiramos. El sistema de salud norteamericano es excelente. En febrero del 2013 un cuñado mio estaba cerca del mas allá y la eficiencia del sistema funcionó de maravilla. Bendiciones hermano.

  9. Trinidad, el agradecido soy yo por contar con gente como ustedes, que me leen y siguen esta pagina cada día.
    Un abrazo y que Dios te bendiga.

  10. Fernando, la cosa no fue fácil, pero gracias a Dios nos vamos recuperando . Dios siempre acompaña a sus hijos agradecidos en estos caminos de enfermedad.
    UN abrazo y que Dios te bendiga.

  11. Alejandro, desde hace unos años vengo luchando con un dolor de espaldas muy incomodo, eso me impedía desplazarme normalmente, hasta ahora decidí operarme para tratar de corregir ese problema.
    Gracias por tus palabras y que Dios te bendiga.

  12. Sixtoguarionex, gracias por tus palabras y el apoyo de siempre, ustedes, los que siguen esta pagina, son el motor inspirador de esta lucha por un mejor Barahona.
    Un abrazo y que Dios te bendiga.

  13. Oramos por tu pronta recuperación. Gracias por compartir tu experiencia. Es para mi de gran relevancia desde varios puntos de vista, por lo cual también lo considero educativo e informativo.

  14. Jannerys, sin duda: God Bless America!
    Gracias por tus palabras, la idea al publicar estas historias es llevar un mensaje a las personas y tratar de educarlas sobre estos temas, ya que algunos hablan sin conocimiento de causa y lo que hacen es confundir a la gente.
    UN abrazo y que Dios te bendiga.

  15. Hector,no sabia que la cosa era tan seria ,te deseo pronta recuperacion para que regreses a Barahona completamente curado.Cuidate mucho.

  16. Miguel Aponte, la verdad que la cosa no fue fácil, pero gracias a Dios ya estamos rebasando este trance. Gracias por tus buenos deseos.
    Un abrazo y que Dios te bendiga.

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