Mi perro: Un animal inigualable

Para el año 2002 nos mudamos en una casa en Villa Central, en la calle José de la Paz, casi esquina calle 9, allí encontramos una perra excepcional, era guapa, cuidaba de la casa y de todos nosotros, pero no es de ella que quiero hablarles, sino de un hijo de ella.

A ese perro mis hijos lo bautizaron como Caramelo, es el que aparece en la foto que ilustra esta publicación, ese perrito, que parece débil e insignificante, era algo único.  Cada vez que yo salía de la casa el se posicionaba en el medio de la calle y le ladraba a todo el que se acercara.

Sea motocicleta, carro o personas de a pie Caramelo los acorralaba con fuertes ladridos y si se le acercaban mucho los mordía, desde que yo entraba a la marquesina o si me alejaba en el carro se calmaba.  Habían vecinos que salían para ver aquello, eso era algo especial.

Una vez escuché ruidos, como si alguien estuviera tratando de abrir el carro, abrí la ventana y vi al perro en posición de ataque, al rato escuché como si estuvieran arañando mi auto, cuando miro vi a Caramelo subiéndose al automóvil y desde ese día dormía encima del bonete del vehículo.

Como pueden ver Caramelo era un perro especial, algo único, uno de esos animalitos que viven para servir.  Lamentablemente de la casa donde vivíamos nos mudamos a un apartamento y no podíamos tener perros, mi esposa los dejó a su hermano.

Este escrito es un homenaje de corazón a Caramelo, ya que como el no encontraremos otro amigo tan fiel, guapo y cariñoso.  Ahora vivimos en una casa con patio y estamos buscando un perro, pero dudo mucho que encontremos otro como Caramelo. 
¡¡¡LA VERDAD SIN INSULTOS!!!
(HRCV) Sharing is sexy