Carta Pública a Rafelín Cuello

By El Barahonero jueves, 12 de abril de 2012 1 comment
Héctor Rafelín Cuello...
SALVEMOS  LA DESEMBOCADURA DEL RÍO BIRÁN Y LA PLAYA PUNTA INGLESA


Buenas tardes, Rafelín.

Distinguido, es mi supremo anhelo, que el Dios todopoderoso te siga dotando del necesario sentido del deber en materia  de información, para que, mediante tu muy leído e importantísimo medio digital EL BARAHONERO, continúes dando a conocer esas pequeñas y grandes urgencias de nuestra comunidad. Es cierto que una golondrina no hace verano, pero puede dejar el diseño para que otras lo construyan.
 
Rafelín, en la  vehemente denuncia que haces  de las presentes condiciones de un litoral del que los barahoneros nos mostramos indignos, amargamente refieres las conciencias silenciadas por la ignorancia premeditada, es muy triste y vergonzoso; pero es en medio de esa dura realidad donde el verbo manifiesto y la palabra escrita conforman la poderosa aleación que sirve de materia prima  para convertir en  realidad las demandas de nuestro pueblo.

Es una verdadera lástima,  que la era de la comunicación haya eructado  a tantos comunicadores sin compromiso con su comunidad, con los principios de la ética elemental y, de hecho, con ellos  mismos. NUNCA LA HISTORIA LOS ABSOLVERÁ.

Rafelín, yo sería muy necio y muy ignorante si desconociera, que en  todos nosotros habita el animal  político seccionado por el bisturí de Aristóteles …todos tenemos algún grado de simpatía política hacia algo o hacia alguien; pero jamás ese animal político, actuando en función  de comunicador,  puede  renunciar  a su condición de intérprete y correa transmisora de los reclamos de su comunidad, cuando ésta aspira, a la solución de problemas que, por su naturaleza, no admiten  excusas ni postergación.

Sólo pensar que la playa de Punta Inglesa y el río Birán, este mismo río que en el pasado servía de fuente nutricia para el acueducto de la ciudad; dos emblemas tan distintivos de Barahona, dos símbolos naturales que nacen, se abrazan  y convergen en la misma ciudad; hoy  se muestren como dos tristísimas y fétidas obsolescencias. Esto es verdaderamente espantoso. Esa área de la ciudad es lo que más se parece a un canino de pura raza; pero sarnoso, hambriento y abandonado (escribo este último juicio con dolor desenfrenado).a ( 

Parece, contrario a la tesis platónica, que este es el mundo de las realidades;  de otra manera no entiendo  el poderoso efectos de los variados contubernios (¡no compromisos!) que impiden denunciar males de esa  magnitud. Parece que, al igual que las autoridades municipales y medio-ambientales, las que primariamente tienen que encarar y solucionar tan terrible problema, a un significativo porcentaje de nuestros honorables comunicadores les sellaron la piel, les taponaron  los orificios  nasales y los oídos, y también les pusieron vendas en los ojos; por consiguiente, no pueden apreciar lo que satura su atmósfera. NO HAY OTRA FORMA DE INTERPRETAR LA INDIFERENCIA.
                                                                                       
Muchas veces  me he preguntado:
¿Qué harían los banilejos si disfrutaran el inefable privilegio de un  río Birán, naciendo, corriendo  y desembocando en la misma ciudad?
¿Qué harían los santiagueros, veganos o mocanos?
¿Qué harían los romanenses o los sanjuaneros?
Qué tienen estas ciudades  que nosotros no tenemos:
¿Mejores ciudadanos?, ¿mejores autoridades?, ¿más orgullo cívico y localista?, ¿más gratitud para la naturaleza?
 
Siendo generoso con mis conclusiones, declaro que es de todos el compromiso; pero reitero, que la responsabilidad primaria y fundamental recae sobre esos funcionarios municipales  y designados por el Gobierno, cuyas obligaciones se relacionan directamente con el problema denunciado, en este caso y en todos los casos; y esos funcionarios tienen que chocar diariamente con las responsables denuncias de los hombres  y mujeres que han escogido la comunicación como vocación y ejercicio profesional.

Uno de los episodios más triste y espeluznante de la Tiranía, fue la muerte del escritor español Jesús de Galíndez. A este desdichado humano le hicieron tragar (literalmente hablando) la tesis doctoral que escribió (un tema acerca de la Tiranía. Escribió la verdad). Trujillo mismo lo asfixiaba introduciéndole por su boca una copia de lo escrito, hasta morir impotente frente a tanta crueldad.

Guardo la distancia y rechazo los métodos del pasado para preguntar:
¿Qué está ocurriendo en el presente dominicano?
¿Cuántos males no se resuelven en nuestro país porque  cientos de comunicadores son autótrofos (se tragan ellos mismos lo que piensan y escriben)?

Rvdo. Dr. Alfredo Ferreras. Sharing is sexy

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1 comentarios for this post

  1. Muy buen comentario. Felicidades a esa persona.

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