La Compasión hace una gran diferencia

Suzira Miranda...

Hace unos meses mi familia y yo tuvimos la oportunidad de conocer y compartir con una pareja Dominicana que se encontraba en este país y en particular en este estado porque su hijo de nueve años necesita una más de muchas complejas operaciones quirúrgicas en un hospital de la ciudad de Baltimore, se encontraba un médico referido a ellos como una eminencia en este tipo de procedimiento.

Me causaba mucha admiración ver a una pareja darlo todo por amor a su hijo; dejar trabajo, casa, gastar todos sus ahorros, todos sus ingresos con el único propósito de ver a su hijo llevar una vida normal y darle soporte a un desafío de vida mas difícil y complejo que el de cualquier niño de su edad.  La gran sorpresa para mí fue una noche en la cual nos juntamos con ellos, le declare la gran admiración que sentía al verlos.  Por su valor, su entrega, por no temer a una ciudad diferente, a un idioma distinto y decir:  ¿Dónde es que hay que ir?

La esposa me contestó de esta manera:

-"Nosotros tenemos 9 años entregados a nuestro hijo y estamos dispuestos ha dar todo lo que nos queda por vivir, si fuera necesario, por amor a él, es algo que cualquier padre haría; esto que te voy a contar si es realmente sorprendente:  En el hospital compartimos habitación con una joven pareja estadounidense que están pasando con su hijita una situación de salud mas grave que la nuestra, es maravilloso ver a esos padres entregados por amor, tratando de dar la posibilidad de una vida mejor a su bebé, lo más increíble de todo esto es que no son los padres biológicos de la niña".

-"Durante un tiempo ellos querían adoptar un hijo o hija, lo que Dios les pusiera en su caminar en este mundo y decidieron darle la oportunidad a un niño (a) de un país pobre; pensaban que tenían mucho amor para dar pero también bienestar económico, educación, salud, lo lógico seria dárselo a un niño que no tenga esa oportunidad".

Basado en este concepto pusieron en marcha el proceso de adopción, en una país idóneo a sus ideales y tras una larga espera fueron contactados e informados que una joven estaba embarazada y había firmados los documentos para dar al bebé al nacer, sus sueños estaban a punto de hacerse realidad, tendrían por fin en sus brazos esa criatura que los llenaría de amor y ellos a ella, nada podría ser mejor, llegado el día viajaron llenos de una mezcla de ansiedad y felicidad al verse de frente a su hijo o hija, pero una gran tristeza los embargo tras la noticia de que el bebé había nacido con múltiples problemas de salud y para llevar una vida normal tendría que ser sometida a muchas delicadas y costosas operaciones, además de que los padres tendrían que pasar muchas malas noches en hospitales y algunos años de muchos sacrificios.

He aquí donde el ser humano da muestras de amor, compasión, solidaridad y ternura estos padres decidieron de todos modos adoptar a su bebé, pensando:  Dios nos puso en este lugar para ayudar a este angelito porque en este país nunca tendrá las atenciones médicas que necesita, siguieron su proceso y de esta manera conocieron a la pareja Dominicano que nos narró esta hermosa historia de amor.

Hoy leyendo una noticia sobre la niña Dominicana Wilmendys Soto Tejada de 10 años de edad, la cual sufrió quemaduras en un 70% de su cuerpo a manos de otro menor de 13 años en Baní, Rep. Dom. La cual había recibido ayuda de una persona extraña para ella, el filántropo español Don José Carlos Bargantinos, el cual movido por la compasión al ver las imaginas de la niña en un reporte de televisión decidió darle la oportunidad de no tener una vida de dolor, daños permanentes o invalides en caso de que quedara con vida, este señor movido por el amor al prójimo le cambio la vida a otro ser humano.

Al conocer estas historia lleva a mi mente aquella frase escrita por Rabindranath Tagore: Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres.  Si Dios no la pierde, quienes somos nosotros para no creer que los seres humanos somos seres de amor, compasión y solidaridad, estamos creados a imagen y semejanza de un Dios de amor y compasión al dolor de otros seres vivos.

Como personas responsables de educar a nuestros hijos, debemos fomentar el amor al prójimo, el cambio que necesitamos comienza en cada uno de nuestros hogares, los niños de hoy son las personas que sin conocer a quien van ayudar estarán dispuestos a hacerlo, solo por amor, es nuestra responsabilidad poner un granito de arena para la formación de mejores seres humanos y por consiguiente UN MUNDO MEJOR.

Suzira Miranda Sharing is sexy