Como se ve, parece que algún sindico en el pasado trató de reconstruir el lugar, pero al día de hoy está abandonado, rodeado por casetas donde algunos infelices se ganan el pan de cada día. Un pueblo como Barahona no tiene un mercado decente donde los ciudadanos puedan vender y comprar los productos de primera necesidad de una forma higiénica y ordenada.
Lo peor de todo es que los "funcionarios", del gobierno y de la alcaldía, guardan silencio ante esta barbaridad.
¡¡¡LA VERDAD SIN INSULTOS!!!
(HRCV)
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Quico Villeta
1:33 p. m., marzo 26, 2013
Barahona.Pueblo de fantasmas y locos.
Digo esto porque en nuestro pueblo parese que nadie ve nada porque solo son fantasmas,y para todo nos hacemos los locos.Cuando el mercado se quemo,todas las autoridades,digase policia,jueces abogados,politicos y pueblo en general se combirtieron en fantasmas y locos.
Como es posible que a toda esta gente se le permitiera hacer semejante desorden como el que hay hoy en dia,disque poniendo un mercado en una zona recidencial.
Toda esa calle de la Luis E, del monte y La Maria Montez hasta el cementerio,nunca fue ni devio ser mercado.Yo entiendo que toda esa gente nesecita de su negocio,pero no de esa manera.No me puedo imaginar como seran las clases en el colegio divina pastora que en su tiempo fue uno de los mejores,lo cual ahora no creo se pueda decir lo mismo.Por que las autoridades no buscaron un predio vacio en algun lugar del publo para
que el mercado operara.Esto es algo que me da mucha pena y coraje,porque todo esto pasa porque los que estan supuestos a imponer le ley,a poner el orden o quejarse por sus derechos,nos comvertimos en FANTASMAS Y LOCOS.
Eurípides Velázquez
8:55 p. m., marzo 26, 2013
La construcción que observamos en la foto del lado derecho, fue parte de una iniciativa llevada por el Banco Central, a través de la Secretaría de Turísmo posiblemente durante la gestión de Luis Toral.
La idea era convertir toda la zona donde hoy tenemos esa imagen paupérrima en una plaza turística artesanal.
Pero para mala suerte de nosotros, el presupuesto que se hizo estuvo muy por debajo del valor de la obra.
Otros dicen, que la paralización de la obra fue producto del impasse originado entre algunos sectores, que no lograron ponerse de acuerdo sobre cual institución iba a administrar dicha plaza tras su conclusión.