Bueno está cada día está peor,no tenemos quien nos defienda porque ni de los militares nos podemos confiar,no me alegró de la muerte de nadie,pero si no los matan ellos lo hacen con uno.

Altagracia, da pena que una persona en su trabajo tenga que pasar por algo como eso y es peor aún que tenga que matar para defender su negocio. Este es un caso triste por donde quiera que se le mire.
Un abrazo y que Dios te bendiga.

Que pena, cuando una persona tiene que hacer justicia con sus propias manos, muestra de una justicia ineficiente y una sociedad en decadencia. Esa señora no sera condenada por la justicia del hombre, pero llevara esa muerte en su conciencia toda su vida.

Margarita, estoy de acuerdo contigo: da pena que una persona trabajando honradamente tenga que matar para defender su negocio.
Un abrazo y que Dios te bendiga.

Soy una de las que creo fielmemte en la justicia divina, pero lamentablemente como podriamos juzgar a esta persona, por este hecho, quizas no fueron sus intenciones ultimarlo...Hay tantas cosas que cargamos en nuestras cconciencias y una de ellas es hacer nuestros propios juicios de las cosas, lo unico que nos queda a nosotros es pedir por ella, por nuestro pais, para que Dios intervenga y pare la delincuencia.....

María, corroboro con su comentario. Solo nos queda pedir por la señora y también por el delincuente.
Un abrazo y que Dios te bendiga.

Dedicada a su profesion, la peluquera no paro por un instante, I hasta la propina se las cogieron

Josefina, la peluquera nunca dejó de sobarle la cabeza a la clienta, no se si fue por eficiencia o por los nervios.
Un abrazo y que Dios te bendiga.