Rafael Rodríguez (Rafelito): compañero en la práctica de karate

Conocí a Rafael Rodríguez (Rafelito) a principio de los años setenta en la escuela de karate de Rafael Arturo Féliz (Pichipén), en la calle Padre Billini, en la ciudad de Barahona, justo al lado del río Birán y frente donde estaba el Cabaret de José Lama.

Cuando entré a practicar karate al lugar ya él estaba allí y era uno de los mejores karatecas de la escuela, nos hicimos amigos y esa amistad duró por muchos años, bueno, se mantiene hasta hoy.  Ayer lo vi en los alrededores de Mercado Público de Barahona y le tomé esta foto para compartirla con ustedes.

Hace unos años llegué de Estados Unidos y cuando iba manejando por la avenida 27 de Febrero con la Máximo Gómez mi esposa me dice:  -"Mira, jicacos"-.  Cuando miro en dirección donde ella señalaba veo a un hombre vendiendo esos ricos dulces, sorpresa grande para mí, era Rafelito, a quien llamé y desde que se acercó me reconoció inmediatamente.

Luego de hablar un poquito le dije para el hotel que iba y el me siguió, el lugar no quedaba muy lejos.  Allí lo invité a comer y le di un dinerito, que él se encontró mucho, ya que me dijo que con eso se iría de nuevo a Barahona porque estaba cansado de coger lucha en la capital, esas fueron sus palabras.

Ayer me lo encuentro y le pregunto qué hacía y él me contestó que estaba esperando algún camión que llegara con mercancías para descargarlo, que en eso trabajaba desde que regresó de la capital a Barahona.

Les cuento esta historia para que vean que quienes practican un deporte como el karate, en su gran mayoría, trabaja en lo que sea, pero es muy difícil que haga lo mal hecho.  ¡Un saludo para Rafelito, un buen amigo de toda la vida!
¡¡¡LA VERDAD SIN INSULTOS!!!
(HRCV) Sharing is sexy