Currú: Un buen amigo

Conocí a Currú por los años setenta, para ese entonces él vivía en un hotel que había en la calle Las Carreras esquina 30 de Mayo, creo que el propietario era Ike, quien también tenía una compraventa en esa cuadra,.

En esos tiempos era un jovencito limpio y muy inteligente, también era negociante, vendía cuadros a domicilio al contado y también los fiaba.  Se podría decir que era buen mozo y que vestía bien, nos hicimos amigos porque yo vivía una esquina más arriba, en la Padre Billini con Las Carreras.  Debo decir que él era más amigo de Memo que mío.

Pasaron unos años y para el 1979 nosotros emigramos a Puerto Rico, regresé a Barahona en diciembre de ese año y no vi a Currú, un amigo en común me dijo que él iba de pueblo en pueblo vendiendo sus cuadros y que estaba bien.

Volví unos años después y me encontré con que mi amigo Currú había perdido el juicio.  Algunos dicen que fue por motivo de las drogas y el alcohol, pero un amigo en común me dijo que le echaron una brujería por un problema de una mujer.

Ayer me encontré con Currú en la Padre Billini con Anacaona, como muestra la fotografía que ilustra esta publicación, me saludó por mi nombre, como siempre hace, me preguntó por mi hermano Iván, el que jugaba pelota, así lo describe él, y me dijo, luego de posar para la foto: ¿Diache, Rafelín, como se murió Ñoño?  Currú fue, es y siempre será mi amigo, no importa su estado mental.
¡¡¡LA VERDAD SIN INSULTOS!!!
(HRCV) Sharing is sexy