No quiero pecar de "humilde". Dije en mi artículo que me agradan los comentarios afectuosos cuando expreso que "Siento que se me agolpan las emociones y los sentimientos cuando te leo. Más del 60% de mis sentimientos no tienen salida al través de las palabras conocidas en mi léxico".

Quizás fue un olvido decir, que me agradan mucho las expresiones de afecto que mis ex alumnos expresan sobre mi trabajo académico-formativo. Me dan grandes satisfacciones.

En una sociedad con la inversión de valores que padecemos, es necesario que honremos a los que cumplen con su deber a los fines de reforzar las conductas apropiadas; pero insisto que cuando todos en una sociedad cumplan con su rol, sólo se debe honrar a quienes sobrepasan los límites del deber cumplido. ¿Me expliqué mejor?

Profesor, usted siempre se explica magistralmente, pero los que le conocemos y vivimos bajo su tutela no podemos dejar de reconocer lo que usted hizo y hace por los demás. A usted hay que reconocerlo, ya que usted se pasó, por mucho, de los limites de su deber. Usted se pasó de profesor: fue padre, amigo y un ser humano que nos enseñó, con el ejemplo, como servir sin esperar nada a cambio.
Recuerdo que en su colegio, Fernándo Arturo de Meriño (FAME), la mitad de los alumnos, y me quedo corto, no pagabamos, recuerdo cuando usted me compró el uniforme, dandome una beca, para que yo asistiera a clases, recuerdo cuando estuve interno en su colegio, recuerdo cuando usted mudó su colegio a la capital y allí habían muchos barahoneros que tenían un hogar mientras estudiaban en la universidad y ninguno pagaba, solo unos pocos impartían clases. Si eso no es pasar los limites del deber, ¿Digame usted que es?
Excuseme que lo contradiga, lo hago con el mayor respeto y consideración, solo trato de ser justo con un hombre que nos dio todo lo que tenía a cambio de nada. Lo menos que podemos hacer es reconocerle en vida su obra divina.
Que Dios le bendiga padre de mi alma.

Estoy totalmente de acuerdo con todo lo expresado por Rafelin y aprovecho para retornarle un abrazo de oso a nuestro querido padre y profesor Yorik, digo retornarle porque fueron muchos los abrazos que recibimos especialmente despues que nos llamaba la atencion con algo que haciamos incorrecto, creo que este es el Barahonero que mas hijos tiene aun no los haya engendrado.
Mi aprecio y respeto.

Milito Trinidad

Milito, gracias por corroborar lo que digo de nuestro querido profesor, Yorik.
Que Dios te bendiga siempre.

Por: Luis Terrero Melo

He leído reportajes del profesor Yorik, ahora leo este reportaje y los comentarios aquí escritos, honestamente, casi se me salen las lágrimas de la emoción. He tenido el privilegio de conocer a una sola persona con similar trayectoria quien murió hace aproximadamente tres, el profesor Bolívar Espinoza, su nombre es apena recordado, aunque educó y ayudo a miles de personas. Por eso aplaudo el reconocimiento hacia el profesor Yorik; honor a quien honor merece; el profesor Yorik se lo merece.
Aunque no he conocido al profesor Yorik personalmente, le expreso mi más sincero agradecimiento y me atrevo a agradecer, en mi nombre, el agradecimiento de aquellos que no hayan sido capaces de expresarlo. El profesor Yorik es un hombre genuino de los cuales solo dos o tres nacen en cada generación.

Profesor que Dios lo bendiga
hoy, mañana y siempre.

Luis

Luís, gracias por sus palabras. Yorik es un hombre que merece el respeto y la consideración no solo de nosotros, sino de todo el país.
Que Dios te bendiga siempre.