Barahona se proyectaba como una potencia del fútbol en la República Dominicana, pero lamentablemente como en muchas otras ocasiones la lucha interna entre los señores miembros directivos de la disciplina, provocó que no lograramos ese anhelado nivel a pesar de contar con uno de los mejores campos de juego del país desde el 81, cuando se inauguraron los 5to Juegos Deportivos Nacionales.
Este evento cuidadosamente organizado nos dejó cinco modernas instalaciones deportivas tres de las cuales están a la espera de la rápida intervencion del gobierno, debido a su estado de abandono incluyendo el terreno de fútbol

Eurípides, en Barahona hay un grupo de personas que son expertos en "echarle jabón al sancocho", pero son los primeros en robarse los créditos cuando las causas triunfan.
El campo de fútbol está abandonado, al igual que casi todas las instalaciones de la ciudad deportiva de Villa Central, Barahona. Después de muchas denuncias por este medio el gobierno inició el rescate de dichas instalaciones, pero solo concluyeron el techado porque les convenía políticamente, las demás instalaciones se quedaron a medias. Todo lo que el gobierno del presidente Fernández inicia en esta provincia dura años para concluirlo y como este pueblo no tiene dolientes en el gobierno eso ocurre impunemente.
Ojalá que algún día llegue alguien al gobierno que le cumpla a este sufrido pueblo.
Gracias por su comentario y que Dios le bendiga.

Rafael,éste reclamo pudiera venir de las tantas asociaciones deportivas que tiene Barahona, pero que va, la mayoría de los dirigentes en gran parte miembros federados,sólo buscan el bienestar personal y más en estos días de campaña donde cada quien tiene fe que su candidato será el vencedor.
Aveces prefiero no habrar de estas cosas, sin embargo tengo que pronunciarme ya que me duele mi pueblo y quiero verlo diferente para felicidad de todos.

Eurípides, aquí el que no se ha vendido está comprometido por política o amistad, otros son indiferentes y solo sacan la cabeza cuando les conviene personalmente.
Mi experiencia me dice que hay que denunciar y hablar hasta el cansancio, si nos quedamos callados nos hacemos cómplices de los sinvergüenzas que tratan de controlarlo todo. Barahona merece el esfuerzo.
Dios le bendiga.