El que tiene un patio y siembra es millonario

Hace seis o siete meses que sembré una cepa de plátano que le compré a un amigo que vende plantas por las calles de Barahona y hoy tuve la gran satisfacción de cosechar un tremendo racimo de plátanos.

La fotografía que ilustra esta publicación es una prueba de que quien siembra es millonario, por lo menos en satisfacción. Ustedes no se imaginan la gran alegría que da el poder comer de lo que uno siembra, eso no tiene precio.

Para mí la mejor vida es la del campo o al menos poder vivir en un lugar donde se pueda sembrar.  Al cortar el fruto de lo sembrado es como una misión cumplida, es como estar más cerca de Dios. ¡Ha comer plátanos se a dicho! ¡Viva Dios!
¡¡¡LA VERDAD SIN INSULTOS!!!
(HRCV) Sharing is sexy