Esta fotografía la tomé hace un tiempo, pero la quise publicar ahora
para que ustedes vean como se venden los productos comestibles en el
Mercado Público de Barahona. En muchos puestos los alimentos están
tirados en la calle o la cuneta, cosa que llora delante de la presencia
de Dios.
Barahona es un pueblo bendito, ya que con estas contaminaciones de los
alimentos, de los ríos y playas no ha habido una epidemia de
proporciones catastróficas. Ojalá que muy pronto el gobierno y
ayuntamiento se pongan de acuerdo y construyan un nuevo mercado en
nuestro pueblo que, sin duda, merece mejor suerte.
¡¡¡LA VERDAD SIN INSULTOS!!!
(HRCV)

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